LA MOCHUELA: LEYENDA DE UNA ALDEA YAN
1. En la explanada.
Han llenado con venas negras los latifundios. Algunas de esas venas, conductos de regadío en tierras secas, se atreven a aparecer entre el barro endurecido y tórrido. Piedras afiladas y ardientes entre la tierra sedienta que se agrieta, y por allí aprovecha el agua para escapar con prisas, cayendo presa. Las enormes cosechadoras han terminado su trabajo, dejando los restos vegetales secos yacer, sin peso, y vuelan, van y vienen entre remolinos. Ya no volverán las cosechadoras. El próximo año ya no habrá cosecha. La tierra está cansada y no da fruto. Marrones pardos, castaños y canelas, juegan y se mezclan, tristes y desolados, quemados por el sol. A lo lejos…
¿Continuará...?