CON ALAS SE VUELA MEJOR


Antes yo sólo tenía un nombre. Hasta que me salió por primera vez ese fino y extraordinario filamento que me dio mi segundo nombre: Alas.


En nuestra aldea, tener Alas delante de tu primer nombre es, como en las antiguas aldeas, cuando a los señores les ponían un “Don” de segundo nombre, por delante de su primer nombre.“Doña”, en el caso de las señoras. Ese “Don”, ese “Doña” les infundía eso que ellos llamaban respetabilidad, señorío, enjundia. A veces, para dar todavía más respetabilidad, a esos “Don” y “Doña” añadían terceros, y cuartos, y muchos más nombres, como “Excelentísima”, “Ilustrísima”, “Serenísima”… Pero no volaban. Es mejor tener un “Alas”. Con alas se vuela mejor. Y sin esos líos entre señores y señoras…


¿Continuará...?

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