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PLANIFICANDO OBRAS DE RECONSTRUCCIÓN CON ODA

Oda dice que sus historias tristes las tiró al océano mientras navegaba para llegar a esta tierra ocre donde vive ahora. Y allí quedaron mojadas hasta que se diluyeron y se olvidaron. Cree que algún día, en el futuro, alguien las encontrará y las salvará de su naufragio, convirtiéndolas en fábulas o leyendas. Por ahora las entierra en el patio de su casa, una casa que reconstruyó desde la que fue del padre, con el esfuerzo de gran parte de sus vidas entre desvelos, luchando contracorriente y despertando tantas veces con un sol que no tenía prisa por salir. Cuando su padre se fue para siempre, y le dejó a Oda aquella casa desvencijada y llena de trastos aparentemente inútiles, Oda se acordó de aquel dicho: “Todo tiene solución menos la muerte”. Y decidió tapar el dolor de la despedida convirtiendo aquella vieja casa en un lugar habitable y con vida propia. En algún sitio aprendió que construir desde el dolor ayuda a soportar toda la incertidumbre con la que se encuentra alguien que qui...

PLANEANDO PLANES CON VIDORI

Vidori, mi compañera de trabajo y amiga, tiene el pelo largo, moreno y rizado, y sus ojos son oscuros. Cuando el sol tiñe su piel se convierte en mulata. Las arrugas que surcan sus ojos son consecuencia de su constante sonrisa, luciendo unos dientes perfectos. Dice que vino aquí a vivir a esta tierra porque la luz verde que se refleja desde el océano cercano multiplica la alegría, una alegría verde, porque el océano es verde, no azul como cree la mayoría de la gente. Cuando hay tanta alegría en algún lugar, la vivienda sube de precio. Por eso Vidori, con su sueldo de camarera, no puede vivir sola: tiene que compartir piso. Algún dia espero que Vidori, rebosante en exceso de alegría oceánica, pueda venir a vivir conmigo para descargar en mi jardín y mi castillo toda la alegría que le sobra. RINGO Y VIDORI, EN LA CAFETERÍA CLÁSICA DE LA TIERRA VERDE: - No me lo creo. - Es verdad. - ¿Vives en un castillo? ¿En la tierra de nadie? - Bueno, ese trocito de tierra es mía. Ten...

VIVIR EN TIERRA DE NADIE

Nuestro tatarararatata… es muy lejano. Tan lejano, con tantas tas y ras que no cabrían aquí. Nuestro tatatararara...buelo. Nació en la tierra ocre, y emigró a la tierra verde. En ambos sitios se sentía, le hicieron sentir, forastero. En una tierra porque no nació mucho por allí, y en la otra tierra porque no vivió mucho por allá. Hasta que heredó aquel castillo en la frontera... ¿Continuará...?

CHUCHE SOBRE LA FELICIDAD

 Quédate sólo con lo que te hace feliz... ...con Alas Mizaru

TAMBORITO Y ESPINA: LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

Tamborito repasa su traje regional frente al espejo, rollizo, con sus pequeños ojos de mirada profunda, satisfecho de cómo lucirá con el grupo folclórico donde canta. Se ajusta el pañuelo rojo al cuello, se recoloca el chaleco, se mira por delante y por detrás su pantalón bombacho. Entona un suspiro al tiempo que reajusta la faltriquera bajo la faja. Mira y remira que a sus calzas blancas no se le hayan soltado ningún punto. Por último, se acopla el sombrero sobre el pañuelo de bandolero serrano.   Sale de la casa hacia el garaje del enorme patio. Tamborito elige hoy el todoterreno... ¿Continuará...?

ALDEAS A MEDIDA: ALAS PINOTXAS

Buenos tiempos. Me gustaría contaros cómo se planificó el diseño de nuestras aldeas, de cómo ubicamos nuestros espacios para uso y disfrute de todos por igual: nuestras casas, nuestros institutos, bibliotecas, mercaditos, agencias… Todo empezó en un pasado relativamente lejano, de cuando nuestros sabios científicos y poetas se reunían, compartían conocimientos, y debatían sobre el ying y el yan, en una época en que la oscuridad parecía haberse convertido en un hambriento agujero negro que absorbía toda la luz… ¿Continuará...?

EKI Y LA MONA QUE SIENTE

Kira, la mona albina que vive en la cueva del barranco, mira a Eki, el niño que pasea al borde del acantilado. Eki se sienta y cierra los ojos. En ese momento quiere ser invisible, ciego, sordo, mudo, y no sentir nada. Kira se acerca e intenta traducir el océano para Eki. - El océano es de color azul. Como tú no lo quieres ver, ni sentir, te lo voy a contar. ¿Continuará...?  

LA METAMORFOSIS DE MALVA

Malva no quiere ver flores cortadas desde que cayó por aquellas escaleras, empujada por aquel señor que le regalaba tantos ramos de flores. Es por eso por lo que Malva tuvo que empezar a huir, aunque nunca fue capaz de reconocer que estaba huyendo...     ¿Continuará...?

CON ALAS SE VUELA MEJOR

Antes yo sólo tenía un nombre. Hasta que me salió por primera vez ese fino y extraordinario filamento que me dio mi segundo nombre: Alas. En nuestra aldea, tener Alas delante de tu primer nombre es, como en las antiguas aldeas, cuando a los señores les ponían un “Don” de segundo nombre, por delante de su primer nombre.“Doña”, en el caso de las señoras. Ese “Don”, ese “Doña” les infundía eso que ellos llamaban respetabilidad, señorío, enjundia. A veces, para dar todavía más respetabilidad, a esos “Don” y “Doña” añadían terceros, y cuartos, y muchos más nombres, como “Excelentísima”, “Ilustrísima”, “Serenísima”… Pero no volaban. Es mejor tener un “Alas”. Con alas se vuela mejor. Y sin esos líos entre señores y señoras… ¿Continuará...?

EL BURRO Y EL POZO - FÁBULA V. MIZARU

Había una vez un burro que no era burro, sino burra, y se llamaba Margarita... Margarita vivía en una antigua aldea yan cerca del mar, donde nunca hacía frío, y donde acudían montones de turistas en un ajetreado ir y venir. Los dueños de Margarita, organizadores de eventos, vestían a Margarita con pesados abalorios de colores, y le colocaban una margarita entre sus dos peludas orejas... ¿Continuara...?

LA MOCHUELA: LEYENDA DE UNA ALDEA YAN

1. En la explanada. Han llenado con venas negras los latifundios. Algunas de esas venas, conductos de regadío en tierras secas, se atreven a aparecer entre el barro endurecido y tórrido. Piedras afiladas y ardientes entre la tierra sedienta que se agrieta, y por allí aprovecha el agua para escapar con prisas, cayendo presa. Las enormes cosechadoras han terminado su trabajo, dejando los restos vegetales secos yacer, sin peso, y vuelan, van y vienen entre remolinos. Ya no volverán las cosechadoras. El próximo año ya no habrá cosecha. La tierra está cansada y no da fruto. Marrones pardos, castaños y canelas, juegan y se mezclan, tristes y desolados, quemados por el sol. A lo lejos…   ¿Continuará...?  

C.A.R.C.A.C.U.S.: LEYENDA DE UNA ALDEA YAN

La abuela dice que los carcacus se parecen mucho a las muertes, pero son demasiado diferentes. Y en esas diferencias están el terror y la tristeza de las casas que invaden. Porque los carcacus, al igual que las muertes, pueden entrar en la casa de cualquiera, sea rico o pobre, sea sano o enfermo. Pero las muertes no invaden las casas, porque simplemente entran, actúan, y se van. Son rotundas, fulminantes, Y sin efectos retroactivos. Mientras tanto, los carcacus son invasivos. Aunque también pueden entrar en la casa de cualquiera, sea bello o repulsivo, sea grande o pequeño. Al igual que entran, también pueden salir, o quedarse por mucho tiempo, o por poco tiempo, o para siempre. Nadie tiene certeza del tiempo que un carcacus puede permanecer invadiendo una casa. Aunque el tiempo que un carcacus invade tu hogar siempre es demasiado, pues te roba momentos que nadie nunca te podrá devolver, momentos que con un carcacus siempre habrán sido malos; momentos que hubieran sido buenos si un car...

EL ORIGEN: UNA LEYENDA CORTA PARA UNA ESPERANZA LARGA

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Cuenta la leyenda que hace muchos muchos años, un grupo de sabios científicos y poetas se reunieron para analizar nuestra aldea global desde la perspectiva de la justicia poética. Debatieron, analizaron, sintetizaron y concluyeron... ¿Continuará...?     🦉 🦋 🐝 para Eric 🐬, y su desbordada imaginación viajera espacio-temporal  🐌🐥 🐦